El mediodía del lunes 28 de abril, Esplugues, como la mayor parte de los municipios de la península, sufrió un apagón eléctrico de gran alcance que dejó el municipio sin luz. Poco antes de las 13 horas, el alcalde, Eduard Sanz , activó al Comité de Emergencias para gestionar una incidencia que afectaba a miles de hogares, equipamientos y servicios esenciales.
Ésta es la crónica de cómo se ha gestionado la crisis , mientras se trabaja para recuperar la plena normalidad. Ahora mismo, ya se ha recuperado la luz en Can Clota, en torno a las 10 horas, la última zona que quedaba sin ella. La alerta, sin embargo, todavía se mantiene, así como el Comité, que se desactivará cuando lo indique la Generalitat.
Respuesta inmediata
Cuando se confirmó que el apagón era generalizado, la respuesta municipal fue inmediata. La primera reunión del Comité de Emergencias del Ayuntamiento se celebró a las 13.00 horas. Ante la magnitud de la afectación, se reforzó el dispositivo de seguridad: la Policía Local y los Mossos d’Esquadra incrementaron su presencia en las calles, mientras Protecció Civil se sumó a las labores de apoyo a la ciudadanía. Se movilizaron todos los recursos municipales disponibles, tanto humanos como materiales, destinados a este tipo de emergencias.


Con las comunicaciones afectadas, el personal municipal se desplegó para visitar presencialmente escuelas, residencias y domicilios particulares, asegurando la atención directa a las personas más vulnerables. Paralelamente, se trabajó por mantener operativos los servicios de urgencia y se utilizaron generadores eléctricos para garantizar la continuidad de los servicios esenciales. También se coordinó con los centros escolares para mantener su actividad habitual, siguiendo las directrices marcadas posteriormente por la Conselleria y habituales en estos casos.
Primeras actuaciones y comunicación en el momento
Durante las primeras horas, se rescataron a personas atrapadas en los ascensores, se acompañó a vecinos y vecinas hasta sus domicilios, se atendió un accidente de tráfico (solo se registraron daños materiales) y se realizaron actuaciones para evitar el caos viario provocado por el apagón de los semáforos. Se recomendó reducir al máximo los desplazamientos y se reforzó la asistencia a las residencias.
Con el servidor de la web municipal fuera de servicio debido a la falta de electricidad, las redes sociales y el canal de WhatsApp Ciudadano se convirtieron en las principales vías de comunicación, garantizando un flujo constante de información con el vecindario.






Esperando la noche
A medida que avanzaba la tarde, con el personal municipal todavía desplegado por el territorio (brigada, servicios sociales, informadores, conserjerías y técnicos de varios departamentos), se reorganizó la atención ciudadana trasladando los puntos de información a la Casa de la Villa y al Centro Sociocultural y Deportivo Can Vidalet.
Ante la previsión de que la afectación se alargara durante la noche, se habilitaron cuatro equipamientos municipales -el CSE Can Vidalet, la Casa de la Villa, La Baronda y la Comisaría de la Policía Local- para ofrecer apoyo a la población.





Recuperación progresiva
Al atardecer, aunque empezaban a notarse algunas mejoras, a medianoche, muchos barrios todavía se encontraban afectados. Mientras que zonas como Can Vidalet, La Plana, Finestrelles y Montesa sólo disponían parcialmente de servicio.
La recuperación del servicio fue progresiva. A las 2.20 horas de la madrugada del martes, casi todo el municipio ya había recuperado la luz, salvo algunos puntos del barrio de Can Clota, que fueron normalizándose a lo largo de la mañana.
Este martes por la mañana, el Comité de Emergencias ha vuelto a reunirse para confirmar que la noche había transcurrido sin incidentes graves y para mantener activo el dispositivo de atención a las personas vulnerables. La respuesta de la ciudadanía ha sido excepcional.
La respuesta coordinada de los servicios municipales, de la Policía Local, de Protección Civil, con el apoyo de los Mossos d’Esquadra y la colaboración del vecindario, ha permitido contener los efectos de un apagón que, por su magnitud e impacto, forma ya parte de la historia reciente de Esplugues.
