El Grupo Municipal VOX hizo la pregunta del millón: ¿Cuántas plazas de aparcamiento ha perdido Esplugues en los últimos 4 años? La respuesta del Ayuntamiento fue brillante: no lo saben. Ni idea. Las plazas desaparecen, pero contarlas no entra en sus prioridades.
¿La causa? Muy clara: el Ayuntamiento ha declarado la guerra al coche. Su fanatismo anti-coche con carriles bici relucientes que no pasa ninguna bicicleta, zonas de aparcamiento invasivas pintadas de verdes o naranjas por todas partes, y eliminación sistemática de plazas en las reformas de calles.
Ahora las zonas de pago invaden hasta el Gall, vacías casi todo el día. Y mientras, los vecinos del Centre, La Plana o Montesa —que viven a escasos metros— dan vueltas sin parar para poder aparcar, aunque ellos también son vecinos de Esplugues. Y no hablemos de Can Vidalet.
Y el drama no acaba ahí. Aparcar en la calle es un riesgo garantizado. Nunca sabes si te vas a encontrar el coche destrozado. Cada noche aparecen más coches con cristales rotos y ruedas pinchadas. Los robos y destrozos de coches ya son parte del paisaje, y el Gobierno Municipal, como siempre, mira hacia otro lado, repitiendo su famosa frase: “Son bulos”. Ni seguridad, ni soluciones.
Han eliminado plazas, han subido tasas, pagas por aparcar y no ofrecen seguridad ni alternativas. Solo excusas, trabas y multas.
Menos plazas, más robos, más impotencia. ¿Hasta cuándo? Igual el próximo paso es ofrecer un bono especial: pagas por aparcar y te incluyen la reparación de lunas o ruedas. Todo cómodamente usando el parquímetro o la App del móvil.
